jueves, mayo 19, 2011

SURAMERICA por PABLO DE ROKHA



Santo de plata viviendo en la electricidad geometría que se retuerce
dirigiéndose con palomas sin índice originario en la aventura todavía silencio de banderas todavía luna tan luna del comercio hacia el hombre hacia
el hombre todavía la esmeralda casada y el navío en carácter indemostrable
todavía la lógica que tiene paredes con tunas sin embargo la casa estricta
con los calendarios del radiotelegrama adiós es posible nunca se parece al
huracán la violeta eléctrica cantarita con ojos frondosos la nieve inútil entonces al taita choapinos del balneario ahora los peumos sinceros que se
oponen al charlestón el urgente adolescente océano y whisky obscuro cara
de llanto a la madera juro por los sueños cruzados arando filosofía de ferrocarriles elegantes arreando las yeguas desnudas soy como los telégrafos
y lo mismo que las guitarras que se parecen al mar encima de lo antiguo
sobrecogido paloma de luto del atardecer asfaltado estrellas con melena de
episodios y adentro de las víctrolas rubias el periodismo del shimmy and
soda alegremente carita de humo pirograbada en los bastones cotidianos
hacia el horizonte único en actitud de monumento desplumado con razones
simultáneas como las peras grandiosas en caída o la leche abajo clavándose
volviéndose tremendo rodaja obsesionante girando sobre lo mismo hacia
lo mismo galope de asnos impresionantes rajadiablos guardabajo entre los
robles de concreto palanca del trotamundos fuertemente libremente francamente rojo como las guantadas canciones de ladrones cuchilleros solazándose la flor llagada de sol con voz así sobrepujando las vacadas más de
acero nunca boleadora en tirabuzón contra el cielo arriba los asesinos tallados musculatura descubrimiento sin naturaleza son aquellos los boldos
redondos y aquella gran batea debajo de los brazos mojados de la madrugada como los ríos contentos frazada del hipódromo tendida sobre bramidos admiro las patatas abriendo la tierra guatona y el alfalfal de pintura
tan espesa laceadura de potrones avanzados como el trigal como el maizal
mijita sin embargo lagares hirviendo entonces alegría de uvas trituradas
estupenda de grandes huevos azules y felices reunión de pajares ruidosamente y la heredad patética posiblemente drama del mundo a la grupa de
las leonas amarillas contrallorando las victrolas acordeón sin porvenir una
dirección ultra e innumerable galopando lo adoquinado verso de francia
con castaños alcohólicos la tísica dramática eterómana ramera tan honesta
como los vidrios trisados del ideal dios inalámbrico emperador de sementera
y de oficina terrible seguramente auto sin alas con ópalos astronómicos la
palidez claudica en ese prudente sol de box tan violeta y la locomotora con
sombrero apasionado son ésos los vinos furiosos que muerden adentro del
alma ardientes potrancas enormes más buenas pero es la norma cortada a
pico como el asesinato como la suerte como el analfabeto o lo mismo que
el corazón de entonces seminario de valores continentales y máquina la bicicleta estaba más nerviosa que el crepúsculo ahora se iba cayendo del
alambre de la velocidad cuando yo la afirmé y la empujé con la mirada
pegándole trancazos de espíritu afeitado de angustia en lagares sombreros maduros arriba de los pueblos techados de abejas cebolla del sexo tan redonda debajo del verano panza de vino con trigo es historia más arada
que vientre de botella yo cosecho solitarias maquinarias literarias con zapallos oceánicos poniente de sauces mundiales mistela de tiempo color redondo color peludo llanto sin lengua panal lagar trigal todo lo rojo con
cloroformo pero con ganados con graneros con pescados vino de cebada
bien alegre vino de manzanas escuela de potros melena de choclos urgencia
de toros sin cultura era la niña bonita como un automóvil caramba la olla
panzuda de legumbres con barros morados u oxigenados güiras de maquí
pial de raigun infantil como coco caramba atando buey asado caramba y
todo el sol adentro de los higos cuadrados de miel oh bonito comparable
a una laguna de tinta o a las bolas redondas de las vitrinas de los boticarios mugrientos gran mujer lechera nido de gallina es decir empolladora ulpo
de harina grande tobillo de maleta de licores finos guitarra de ciriaco contreras tendida a orillas de los peromotos mojados avanza tu cesto de lechugas ahora entonces sol con loros redondos alegremente sin violetas corazón
agua de porotos peumo del alma chamanto de los puñados americanos anca
del cielo valiosa como un todo tallada en chile potrero de animales desnudos provincias de jesucristo tan andadas polcas de gallos que son cementerios tremendos postal del pariente pobre palmatorias de la familia sin
catre dorado invierno de aceitunas y el domingo de los empleados públicos
que es como los gramófonos demócrata del murciélago sin corbata y La
tristeza solterona a donde vamos a enterrar el horizonte cuando se clausuren
los caminos además es el automóvil quinchado de teatinas el guaina de la
manta trizada y los novillos que devienen bueyes tan bueyes eso lo perdido
catálogos de máquinas a la lluvia causeo sin afeitarse mi amiga retrato de
carácter amarillo que tiene la voz nublada que se le olvida que se le ahoga
como el corazón a la antigüedad o como las guaguas que se mueren entonces
polilla del mundo en la almohada dios usado del cielo del pueblo la chepita
vieja como el polo aquello del alma que es día pueblino que está arrumado
y mosqueado en las vidrieras de los boliches italianos rosarios fiambres de
hambre sin elegancia y tos rumiando la pancutra económica tampoco es la
risa química lo declaro ni el sol obeso con su cadena de tonto arando no
andando los cielos públicos nunca atardecer municipal literatura de alquiler
sobre las antenas oh árbol quebrado de la grúa periódico roto oh periódico
roto de la ciudad ahora oh ojos oblicuos que tienen colores urbanos de jockeys el orador el orador que se incendia agonizando aviones del occidente
hurra los bares cubistas que degüellan la uva peluda de lo clandestino niña
del año virgen a la manera de los teléfonos calzón de jersey con labios
racimo de los besos pintados que parecen botellas de humo aguafuerte del
obrero sin familia un dolor mercantil como de ciudades como planta que
tuviese deudas o como recuerdo sin guaguas ahorcado lo mismo que casa
de ladrones semejante a esas maletas tan cargadas de kilómetros comparable
a la criada con espanto y a dios vendiendo la gran tierra soberbia historia
de hueso son los palos de fósforos empinándose significa dinamita hoy pobre
inútil y atornillado medallones de costumbres terreno con terremotos miedo
del alma que ignora y que afirma sol exacto la vida afuera yo lo mismo
ahora antaño antaño sombra en triángulos bueno palidez de palidez la luna
parada mirándonos en el instante se presiente eso lo aquello matemático en
geométrico conyuntura de ocasos con vidrios u ojo con muerto la soledad
perentoria que se dirige a la letra u como el rocío al agua florida adentro
la pulga morena produciendo los otoños a la manera del charqui asado con
la melancolía aquella sí con la melancolía aquella tan nublada del hombre
que cruzó llorando pitando viajando los pueblos siempre en el instante de
lo amarillo más morado arma de fuego semejante a la carabina lluviosa en
lo dramático a la ametralladora conmovida cerrada la cara cruzada tumba
de guerrero pero asirio pero egipcio biblia del mar que es entonces plano
y alto sin altura lo mismo que las plataformas y también la mano inmóvil
del orador chalet muy feroz a cualquiera o auto blindado torre de peones
de bronce y es la espada la espada no la espada que hace deslindes absolutos acuchillando lo imaginario en tajos idiotas como patadas tina ds baño
palmera del enero motociclista es la fruta urbana del tráfico y son las regaderas municipales es la goma lavada del comercio la que alegra las vidrieras
del ánimo chorros de jardines sumados de mujeres violetas sin calzones agua
de sexo de colegiala perdularia ropa interior de las novelas deporte del
hombre enorme a aradura como todo el ruido se va para arriba la máquina
astronómica sonando se añade a los regimientos o esas mujeres sanas y
puras y a los asnos dormidos voy copiando a los brutos chúcaros esquivando las lazadas que enarbola el arreador de los treinta puñales parece
que la mañana fuese a degollar a ese con las cuchillas tan filudas que anda
trayendo y que el dios le ayuda con su actitud de criado no es un solo filo
sólo quien nos rebanó ya las últimas tripas es la sierra esfera circular de
los aserraderos la atmósfera deviene agua demasiado destilada demasiada
agua hombre blanco claro parado liviano delgado chaqueta de hierro que es
enormemente fragante a antigua cama de novios lo que parece negro y es
negro lo otro lo todo tan difuso horriblemente cruz actitud morada destacándose arriba del abajo perteneciendo no en suceder astronómico lo corriendo certidumbre de neblinas de aluminio sueño de lámpara la cosa que
se sumerge desde siempre la máquina metafísica y la obscuridad ay la obscuridad soberbia de lo totalmente iluminado rigiendo las metáforas que son
caminos que son sentidos que son estilos semejante a la electricidad con
tanta alma plana la presencia ultravioleta que arrastra sacos de figuras indescriptibles como el olor del vidrio mijita estructura de mosaico o sea las
rayas cruzadas de la geometría cuando son dados cuadrados alucinados
algo que sucede a la espalda del cementerio un bulto variable pasado a
química y muy lejos ahora demoroso como los zapallos giratorio como las
dinamos pensamiento de vaselina redondo como los focos lo mismo que la
palabra gozo pero con planos supuestos que devienen sucediéndose así es
el huevo del aviador yo lo comparo en lo inminente en lo imposible efectivo
o cuando ladrando los perros fraternales pareciendo abstracta la patagua
que hay arriba aquello que abre las puertas abiertas partir la sandía buscando la sandía que está toda adentro toda afuera y no está trepidación
de ferrocarril a mansalva no se oye en el entendimiento cuando se oye que
llora inmóvil dios inusitado comparémoslo a muchas botellas a los palos
parados de los teléfonos más artistas prolongándose en los espejos subterráneos y al alma frondosa y enronquecida del vino se encuentra en los
extramuros de la distancia alrededor de lo desusado y lo preterido coronando cuentos de viejas con braseros con inviernos con causeos debajo de
los ponchos acuosos parece que nadie conoce el huevo que pone el huevo
que pone y vive adentro por eso de repente se derrama la tinta o sentimos
que el ataúd nos saca la lengua carajo el alfalfal de los carros lecheros sobre
la vereda aterrizan las damas listadas en las vitrinas del tenis y el hall
de los papagayos americanos bulla de botones de dioses entonces contra la
concha redonda a cada grito que pego le pongo un collar azul a una muchacha hip hip hurra a a ahora los pescados entusiasmados de sentirse
muertos pescan la última luna con los ojos y se sumergen en la piscina de
las risas vecinas del vecindario es el tomate rojo de la poesía quien brama
lo mismo que los notarios satisfechos el sol en panne otoñal alumbra como
la fruta madura los guardianes blancos llevan la aurora al cinto y un entusiasmo de cabrones inútilmente griegos hincha los pechos de los pinos honrados cada uno tiene un jarro de agua sí un jarro de agua y sonríe como
un planeta bien vestido semejante a un rascacielos a un presidiario a una
sardina yo ando cantando recantando contracantando con mis papeles subterráneos mis pantalones rojos mi sombrero amarillo mis alpargatas verdes
y mi chaqueta transparente color dios y mi voz negra espesa como aguardiente de cadáver aquella nueva enferma tan rubia entre las sábanas de rio
que era lo mismo que las yeguas tordillas relinchando la infancia y los médicos rojos alumbrando la clínica politécnica entonces la enfermera-cloroformo llenando de llamas blancas mirando en actitud de dado de cacho el
hospital vendado de heridas la asistencia pública partiendo los vidrios nublados sobrevinieron las neuralgias arrasando ios veranos ahora las botellas
color dolor más enfermas copretéritas agua de paico y heridas maduras
son los carros de cosechas contentos como entierros de hombres jóvenes
el membrillo de los aguaceros anticipados rodeada de vinos y quesos la
señora está soberbia y profunda como un catre de bronce dormida en
pupilas de heliotropo campana del aguacero toda de tonadas paridas o de
albahacas tan aplastadas que deviene canto de pavo o de gallo afónico
galopan las tías muertas en sus yeguas como eras arreboladas y los pueblos
caídos del naranjo adentro el violín de la primera violeta cuando era virgen como la piedra soltera yo era valiente y alegre y venia emarbolando
aquella gran verga de montañez confianzudo estaba más delicada que el
celuloide tibio peleé a guantadas con el animal de madera y me acosté encima gritando lo mismo que los burros adentro del horizonte abierta la ponía
en actitud de balcón sobre la uva y los choclos y era lo misino que echar
peumo al fuego y era lo mismo que entrar al corral de las ovejas con el sol
en la mochila oh cuando dormimos entre los hinojos y las nieblas mimbreras agrupándonos como los carneros negros debajo de los astros gritados
de pavos azules o le reventaba sandias contra la risa aconteció la luna
rotunda de las entrañas poemas sin ríos florales aquello que se escribe
solo alimento de humaredas lo monótonofonócromo cuando la lana lanada
deviene solo fofo todo y sucede nada o polvo lloroso con termómetros asi
como cuando todo se empapelase con ceniza con pizarras almacén de huesos de pianos de muertos calvicie de eclipse más plana que la vocabla aplanatada soledad con centro abajo a mucha máquina girando pero viene luego
la yegua gloriosa pero mal herrada se cae en lo mismo como las caídas
dolorosa elipse giratoria en ese instante sucede la niña morena toda tan
desnuda y es como entrar al mar lloviendo algo asi confusorio excesivo
algo así disparado o como entrar a la montaña a caballo en un bastón de
quillay florido yo salgo debajo de sus calzones de diamante como quien
saca la cabeza del río con la alegría alborotada de los borrachos asoma a
la hora del tranvía de azahares con mucho contento cuando hay una blancura más blanca que de costumbre herida de sol lunada como las bolas
redondas de noche pantorrillas de transatlántico telas de melones adolescentes y agua guatita de naranjo y cabellera que extiende lenguas de sexo
hasta aguas altas del pié que florece puñalito de apancora distinguida o
insecto en la medía obscura es alegre como la industria maderera y caliente como el ladrillo de las fábricas o lo mismo que asta de burro o lo mismo
que las papas asadas al rescoldo entonces me revuelco en su belleza con
es otra gran audacia de los cerdos chicha de maqui con zarzamoras por
los sobacos y la resina embotellada del eucalipto entre medio de las piernas abiertas en actitud de alas más anchas y todo lo peludo que deviene
cuando me acuesto el alma inútil encima del aroma ultramarino menea la
caricia sus remeros de uniforme omnipotente pongo la noche lloviendo con
lluvia alegre y negra en sus ojos totales distanciándola es la poesía geográfica del vagabundo alumbrada de colores negativos el terciopelo de miel
oscura que define toda la presencia levantándola y se extiende como la
eternidad en los muertos honestos y todos los puertos de su audacia con
gallos parados arriba del horizonte cielo del atleta muy pintado de granjas
en deporte volante de azogue desenrollándose en la llamarada de los pájaros con la cinta ruidosa y el mar al alba augusta siempre cabellos de bencina gritos de máquinas trágica-báquica son urbano con pasto segado
el automóvil le lame las manos felices y cuando aboca la ciudad rebuznan
los aeroplanos domésticos como el mar bien comido antigua mujer sin soledad notable no se dirigía a ella ni a ella entera sin embargo porque tenia
ruido en el sexo y era lo mismo que las chirimoyas sostengo que se parecía
a una paJabra de espaldas a la lengua de los choros viciosos al público de
las plazas preñadas de septiembre y a las potrancas americanas orino su
memoria con respeto de animal encarcelado color guitarra color ciruela color
tinaja voy a almorzar sobre tumba hecha de cueros de puñales imponentes
zapallos de ceniza del continente tubos de pus acerbo atravesando el horizonte de chunchos y cuervos fatales pulmones de cementerio que son tambores de dioses podridos en ataúdes que se divierten a una altura más
desenfrenada yo distingo yo formulo todavía no es bastante seguramente
aun hay presencias que se defienden con espanto aúlla dios aportillado en
lo subalterno enarbolando los métodos de la lágrima y el crujido de la vida
nos torna sensibles como las maletas o como lo mismo afuera luz adentro
reprochándose organizado rodaje de metales contradictorios atmósfera de
taquígrafos con mucho apuro de morirse acaricio la máquina virgen con la
gran piumera entonces cien dificultades me comprenden y yo domino la materia como los viejos notarios a todas las bolas afligido de toronjiles y de
arrayanes cuotidianos todo merodea y lo contengo y lo deseo todo y todo
me define contento desde la otra orilla que ley preside mi sistema desaforado emana un orden del desorden y las últimas velocidades son reposo
por eso aprendo a manejar autos altos soy lo mismo que el corazón de todas
las uvas nervios de planeta vegetariano tampoco vihuela de asesino sol
pintado pintado pero que alumbra mucho a esta órbita de astro responde la naturaleza como al bramido de la eternidad la oscuridad de los toros
nocturnos encima de ese ambiente electrificado acumulo abismos sobre abismos con intención de hombre alegre que defiende su alegría la españa embanderada de choapinos remontándose diucas con pueblos durmiendo olvidados en lo urbano cajas de fósforo de los inviernos anteriores un presente
melancólico de malezas que son los vagabundos más vagabundos de la
botánica lloviendo castañas felices ausencias de horno de tardes rurales
letreros con romero predominando sobre los rascacielos y las cicutas y las
ortigas del desengaño gran agua de culén gran agua contenta gran agua
no manzanilla con nublados pera seca pancutra breva muerta llorando los
ponchos orégano azul del lugar que es alegría arrugada apellido sin dentistas pocillo de aguardiente con cedrón y con limón de aguardiente que entristece la mujer limita el oriente con el poniente al poniente con el oriente
y al sur con camas de agua madura huele a navio el calzón de la niña
cerrada luna con sangre en el corpino y la aorta exagerada del sol hinchado de rameras es un canasto de pan de cemento el corazón de las esposas
y un establo de almas en alcurnia acodadas en las ventanas del crepúsculo
todas las novias ahorcan gatos amarillos y el amor se parece a una camisa
de fuego arroz con pimentón sí si y patos joviales enrojeciendo las espadas
ciudades de mujeres entreabiertas papagayos de anilina comiendo chirimoyas alegres y aromas inusitados torcazas de vino que son desnudos con
ajos morados y perejil estridente es la canción nacional de la empanada
pastoreando sus abejas encima de lagares filosofales que parecen panzas
de santos felices oh potros sonoros tetas del gusto sin retórica que suceden
huevos de águilas eminentes el clavel partido que huele entonces a rajadura de vírgenes y la albahaca pisada tan manzana arriba las espuelas de
bravura cuyo sable con pañuelos se remonta sobre el alma trazando la
última cueca el beso es como el maqui maduro cuando han dormido las
culebras en los macales deja la boca de las niñas Ceñidas de negro y el
corazón como los pájaros a la hora preñada de las escopetas alma del
pigüelo olorosa a aceitunas de mayo que son lo más íntimo que existe cielo
de vacas con ojos obscuros de madres ese entusiasmo se parece a las
papayas o a los renuevos de eucalipto y también a pajares incendiados
barriga de manzano con nietos castaños jubilados y la patagua alimentada
con guairabos duraznos anidados las higueras siriocaldeas sonando como
grandes vientos tan cargadas de choroyes parlamentarios que devienen fiestas del dieciocho de septiembre y los toros besando la virginidad de las
vaquillas nadie le conoce y anda adentro y afuera rodeándolo mirándolo
buscándolo lo mismo pisándose la voluntad semejante a las ametralladoras
que se suceden que se persiguen fuera del tiempo y a los matrimonios con
muchos hijos a la fruta muy desnuda o muy profunda al agua cansada o al
animal que asusta niños

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