sábado, agosto 31, 2013

EL CIUDADANO DESCONOCIDO por W.H. AUDEN


(A JS/07/M/378 el Estado le levanta este
Monumento en mármol)
La Oficina de Estadísticas encontró que era
uno de aquellos contra los que no existe queja
oficial,
y todos los reportes sobre su conducta concuerdan
en que, en el sentido moderno de una palabra
anticuada, era un santo,
pues su actividad toda estaba al servicio de La
Mayor Comunidad.
Con la excepción de la guerra, hasta el día en que
se retiró
trabajó en una fábrica y nunca fue despedido,
antes bien complació a sus patrones,Motores“El
Embuste”, S.A.,
sin ser un esquirol ni hombre de ideas extrañas,
pues reporta su Sindicato que pagaba sus cuotas
(sindicato fuerte, según nuestros reportes)
y nuestros obreros de sicología social descubrieron
que era muy popular entre sus camaradas y a veces
tomaba una copa.
La Prensa está convencida de que cada día
compraba su periódico
y de que sus reacciones ante los anuncios eran
normales
en todos los aspectos.
Pólizas a su nombre prueban que estaba plenamente
asegurado
y su tarjeta de salud muestra que una vez estuvo en
un hospital pero que había sanado cuando lo
abandonó.
Tanto los Investigadores de Producción como los
deVida de Alto Nivel
declaran que era totalmente sensible a los avances
en Planes de Crédito
y que poseía todo lo necesario para el hombre
moderno,
un fonógrafo, un radio, un coche y un refrigerador.
Nuestros sondeadores de Opinión Pública se alegran
de que haya sostenido las opiniones apropiadas a
cada época del año.
Cuando había paz, estaba por la paz; cuando había
guerra, iba a ella.
Contrajo matrimonio y sumó cinco hijos a la
población,
lo que, según nuestros expertos en perfeccionar la
raza,
era lo correcto para un padre de su generación,
y nuestros maestros advierten que jamás interfirió
en su educación.
¿Era feliz? ¿era libre? La pregunta es absurda.
De haber habido algo incorrecto, sin duda nos
hubiésemos ya enterado.

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