viernes, septiembre 16, 2016

1984 por GEORGE ORWELL


1984 (en su versión original en inglés: Nineteen Eighty-Four) es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela introdujo los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del Pensamiento y de la neolengua, adaptación del inglés en la que se reduce y se transforma el léxico con fines represivos, basándose en el principio de que lo que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado.

Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana,1 una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. El término «orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX.

Se le considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las distopías de principios del siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932 Un mundo feliz (Brave New World en inglés), de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (publicada originalmente en 1953).

La novela se desarrolla en el año 1984 y siguientes en un futuro Londres, parte de una región llamada Franja Aérea 1, que "... alguna vez fue llamada Inglaterra o Britania"2 integrada, a su vez, en un inmenso estado colectivista: Oceanía.

La sociedad de Oceanía está dividida en tres grupos. Los miembros "externos" del Partido Único, los miembros del Consejo dirigente, o círculo interior del partido, y una masa de gente a la que el Partido mantiene pobre y entretenida para que no puedan ni quieran rebelarse, los proles.

Los miembros "externos" constituyen la burocracia del aparato estatal (de ahí la necesidad de la estricta vigilancia), viven sometidos a un control asfixiante y a una propaganda alienante que los desmoraliza y les impide pensar críticamente. El estado suprime todo derecho y los condena a una existencia poco más que miserable, con riesgo de perder la vida o sufrir vejámenes espantosos, a aquellos que no demostrasen suficiente fidelidad y adhesión a la causa nacional. Para ello se organizan numerosas manifestaciones, donde se requiere la participación activa de los miembros, gritando las consignas favorables al partido, vociferando contra los supuestos traidores y dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. Solo con fervor fanático se puede escapar a la omnipresente vigilancia de la policía del pensamiento.

Los ministerios son los siguientes:

El Ministerio del Amor (Miniluv en neolengua, la versión castellana lo traduce como Minimor) se ocupa de administrar los castigos, la tortura y de reeducar a los miembros del Partido inculcando un amor férreo por el Gran Hermano y las ideologías del Partido.
El Ministerio de la Paz (Minipax) se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se esfuerza para lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país está en paz consigo mismo. (Hay menos revueltas sociales cuando el odio y el miedo se pueden enfocar hacia fuera, como señala la psicología social).
El Ministerio de la Abundancia (Miniplenty o Minidancia) encargado de la economía planificada y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento.
El Ministerio de la Verdad (Minitrue o Miniver) se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado.

El mundo está dividido en tres superpotencias:

Oceanía, donde impera el Ingsoc, acrónimo inglés para "socialismo inglés". Oceanía comprende el Reino Unido, Irlanda, toda América, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África.
Eurasia, donde impera el neobolchevismo. Eurasia comprende la Unión Soviética (incluida la parte asiática) y Europa (excepto Islandia, el Reino Unido e Irlanda).
Asia Oriental (EastAsia), donde impera la "adoración de la muerte" o "desaparición del yo". Estasia comprende China, Japón y Corea.
Además, hay diversas zonas del mundo que están siendo disputadas entre las tres superpotencias, estos territorios en disputa son los únicos territorios que pasan de unas manos a otras, el resto del mundo siempre pertenecen a su correspondiente nación.

Los tres grandes Estados mantienen una guerra "eterna". Esta guerra se caracteriza porque siempre hay dos naciones que se alían contra la otra y siempre alguna nación acaba traicionando a su aliada para aliarse con su enemigo (esto es una referencia al pacto germano-soviético en la Segunda Guerra Mundial).[cita requerida]

La novela empieza con una guerra de Oceanía y Asia Oriental contra Eurasia, luego es Oceanía y Eurasia contra Asia Oriental y la novela termina, de nuevo, con una guerra de Oceanía y Asia Oriental contra Eurasia (no queda claro el tiempo que transcurre en la novela, pero no transcurre mucho). Cuando Oceanía cambia de aliado, el Gobierno cambia los registros del pasado para hacer creer que su aliado actual ha sido siempre su aliado en esta guerra, y cualquier prueba que indique lo contrario ha sido obra de conspiradores dirigidos por Goldstein que manipulan la verdad para volver al pueblo de Oceanía contra sus aliados y hacerles perder la guerra.

El libro de Goldstein (del cual no se sabe que parte es veraz) dice que las tres naciones no creen en la victoria y no quieren que la guerra acabe, ya que el objetivo de la guerra es mantener al pueblo pobre, ignorante y que transmita todo el odio que siente por su precariedad contra países extranjeros. Mantener la producción armamentística, prácticamente el único tipo de producción abundante en esta distopía, también provoca un estado de guerra continuo entre los tres superestados, que han de seguir manteniendo dicha industria a toda costa.

El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive, en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo ("telepantallas"). Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que el Gran Hermano ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.

El Partido es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a excepción de los "proles", que con todo, constituyen la inmensa mayoría de la población. Estos últimos están mantenidos en la miseria más abyecta, pero se les entretiene de diversas formas por parte del Partido para preservarlos contentos en su situación. Prácticamente sólo saben obedecer órdenes y se los considera incapaces de rebelarse; se les conceden los mismos derechos que a los animales y, de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: «a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno».

La familia es apenas tolerada por la ideología del Partido; es una práctica común la denuncia de traición al Partido por parte de hijos pequeños a sus padres.

Los lemas del Partido son:

"Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza"

En la novela un miembro del Partido Interior, O'Brien, explica su significado, invirtiéndolos.

La Guerra es Paz: ya que la guerra provoca que los ciudadanos no se levanten contra el Estado ante el temor al enemigo; de esta manera se mantiene la paz. Por eso O'Brien dice que su verdadero sentido sería: "Paz es Guerra"
La Libertad es Esclavitud: pues el esclavo se siente libre al no conocer otra cosa, de este modo; "Esclavitud es Libertad"
La Ignorancia es Fuerza: debido a que la ignorancia evita cualquier rebelión contra el Partido, por lo cual "La fuerza es Ignorancia", concluye O'Brien.

Sinopsis[editar]
El personaje principal de la novela es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad. Su cometido es reescribir la historia, ironizando así el ideal declarado en el nombre del Ministerio. Tras años trabajando para dicho ministerio, Winston Smith se va volviendo consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son sólo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y descubre la falsedad intencionada de todas las informaciones procedentes del Partido Único. En su ansia de evadir la omnipresente vigilancia del Gran Hermano (que llega inclusive a todas las casas) encuentra el amor de una joven rebelde llamada Julia, también desengañada del sistema político; ambos encarnan así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma.

Juntos Winston y Julia creen afiliarse a la Hermandad, un supuesto grupo de resistencia dirigido por Emmanuel Goldstein —un personaje casi tan ubicuo y omnipresente como el propio Gran Hermano, el Enemigo del Pueblo, traidor a la Revolución y escritor de El Libro, el cual Winston lee hasta llegar a comprender los mecanismos del doblepensar, herramienta base de dominación del Partido—, y que es en realidad uno más de los instrumentos de control del Partido.

A través de una historia intrincada, con temas como el lavado de cerebro, el lenguaje, la psicología y la inventiva encaminados al control físico y mental de todos los individuos, la educación totalitaria de la juventud, etcétera, Orwell relata la historia trágica y aparentemente emancipadora de Winston Smith y Julia, quienes tratan de escapar de un sistema donde la intimidad y el libre pensamiento están prohibidos.

Al descubrir que los presuntos "miembros de la resistencia" formaban parte también del mecanismo represor, los protagonistas son encerrados por la Policía del pensamiento y sometidos a tortura en el Ministerio del Amor. Winston es obligado a reconocer que un enunciado evidentemente falso como 2+2=5 es en realidad verdadero. Su fortaleza sorprende a los torturadores en la Habitación 101, pero todo no es más que parte de una alienada pesadilla. Winston acaba, tras largos e inhumanos meses, aceptando interiormente que la verdad es lo que el partido dice y no lo que su intelecto deduzca, o ni siquiera lo que sus sentidos perciban. Al final Winston reencuentra a Julia, que ha sido también torturada, pero ambos son incapaces de mantener en sus mentes alguna sensación de cercanía y se separan como dos extraños; se indica entonces que la finalidad del Partido Único se había cumplido pues de hecho el amor entre Winston y Julia ha desaparecido, reemplazado por el amor hacia el Gran Hermano, único sentimiento afectuoso tolerado por el régimen. No obstante, lo único que Winston sabía era que desaparecería, de la noche a la mañana, sin dejar ni una huella o algún conocido, incluso alguna evidencia de haber existido. Sabía también como sería su muerte, siendo lo único que tuvo certeza en toda la historia.


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